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Hay una vieja broma sobre meditación budista que dice algo como esto: si quieres esconder algo realmente bien, ¿cuál es el mejor lugar para dejarlo? En el presente, porque en realidad nadie está aquí.
En la raíz del chiste hay más que una semilla de verdad. Incluso para aquellos que dedican activamente períodos de tiempo designados a concentrarse en estar presentes, es un desafío permanecer en el ahora. La mente tiene una habilidad incansable para vagar, vagando hacia el futuro o hacia el pasado. Notamos que esto sucede cuando meditamos porque conscientemente estamos devolviendo nuestra conciencia al momento presente. Tratar de traer más atención plena a nuestra vida diaria puede ser un desafío aún mayor.
Según Jon Kabat-Zinn, «Mindfulness significa prestar atención de una manera particular: a propósito, en el momento presente y sin juzgar». La atención plena es la práctica de estar presente en un momento dado, sin importar en qué actividades estemos.
(Para ayudar, aquí están 6 técnicas para mantenerse presente.)
Para la mayoría de las personas, nuestra forma de pensar no es automáticamente de atención plena. Tendemos a vivir en un estado continuo de planificación, recordando y rumiando. Todo esto nos aleja del presente. La tecnología puede exacerbar esto, ya que nuestros teléfonos inteligentes y redes sociales nos distraen aún más de lo que sucede a nuestro alrededor. Nos sacan del presente y nos llevan a diferentes tiempos, lugares y personas.
¿Entonces, por qué es importante? Importa porque cuando no estás presente, te pierdes muchas de las experiencias y sensaciones que la vida tiene para ofrecer. Aquí hay cinco formas en que puede cambiar su forma de pensar para estar presente.
Empiece pequeño
No es realista esperar estar atento en todo momento. En su lugar, busque pequeños momentos para practicar la atención plena. Como cualquier otro arte, la atención plena es una habilidad que se puede desarrollar. Sólo la práctica hace la perfección.
Intente lo siguiente: Antes de comenzar una tarea, haga una pausa para respirar profundamente unas cuantas veces para que pueda controlarlo. ¿Eres consciente de tu entorno? ¿O te has espaciado?
Aquí hay otro: antes de levantarse de la cama por la mañana, tómese un momento para notar cómo se siente. ¿Cuál es tu forma de pensar? ¿Tus pensamientos? ¿Qué sensaciones físicas puedes notar?
Utilice anclas de atención plena
Elija ciertos factores desencadenantes para recordar que debe practicar la atención plena durante el día. Por ejemplo, cada vez que se ponga los zapatos, intente volverse hiperconsciente de cada sensación. ¿Cómo se sienten los zapatos? ¿Están apretados los cordones? ¿Los dedos de los pies chocan contra el borde? Otro buen recordatorio podría ser cada vez que abra la puerta del refrigerador. Intente colocar una nota adhesiva en la leche con la palabra «aquí». Deténgase por un momento y verifique cómo se siente y qué está sucediendo en ese momento en particular.
Déjate fascinar por el momento presente
Una de las barreras para la atención plena es el deseo de la mente de una estimulación constante. Use ese deseo para permitirse ser completamente absorbido por lo que está sucediendo aquí y ahora. Reduzca la velocidad y controle con todos sus sentidos. ¿Qué estas viendo? ¿Qué olores hay? ¿Qué escuchas? ¿Cuál es la temperatura del aire en tu piel? Preste atención y observe activamente todo lo que entre en su campo de conciencia a través de sus cinco sentidos.
Observe los patrones de pensamiento y use mantras para traerlo de regreso
Si eres propenso a distraerte con pensamientos repetitivos o ansiosos, los mantras son una buena manera de romper el ciclo. Un hermoso mantra para la atención plena proviene de un monje budista zen, Thich Nhat Hanh, y dice lo siguiente: «He llegado, estoy en casa». Intente repetirse este mantra tres veces cada vez que surjan patrones de pensamiento obsesivos. También puede optar por detenerse activamente y pensar en el patrón de pensamiento de manera deliberada. Llevar un diario es otra herramienta eficaz para llegar al fondo de los patrones de pensamiento negativos.
Recuerda el no juzgar
Juzgarte por no estar presente es contraproducente. En cambio, reconozca con calma cuando su mente esté agitada o distraída. Agradézcase por darse cuenta y deje de lado la idea de que «debería» ser de otra manera. Acércate al viaje hacia la atención plena con amabilidad y gentileza contigo mismo. Celebre cualquier pequeño cambio que note y reconozca su esfuerzo cada vez que recuerde registrarse.
(Esta bondad hacia ti mismo también se conoce como Ahimsa: el Yama número uno de la primera rama del yoga).
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Estar más «encendido» es un proceso agradable. Traiga su conciencia a todas las cosas maravillosas que están sucediendo a su alrededor y dentro de usted. La vida solo ocurre en el ahora, ¡así que empápate y regocíjate!
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